… Cuanto hemos crecido desde hace 33 años a esta parte?..
Si hoy la continuidad del Proceso aun se manifiesta.
Porque no fue solo asesinar a quien se oponía,
También hubo otras formas de silenciar… la autocensura, el miedo al despido, el temor a lo que se opina en el ámbito laboral... muchas de esas formas aun están presentes, se nota en el país, se nota en la provincia, se nota en nuestros hermanos que con temor viven el día a día en sus jornadas en sus aulas, en sus ideas y sienten la impotencia del no poder.
Pero también están quienes son tan solo temor, tan solo desinterés, un desinterés mediatizado que intenta marcar el camino más conveniente para ocultar la verdad. Aquella que existe, aquella con la que vivimos ante preguntas elementales que una sociedad debe hacerse al considerar sus derechos sobre los bienes que son comunes: ¿Qué están haciendo con nuestros recursos?
¿Qué se hace con los habitantes originarios a quienes silencian en todo momento?
¿Qué se hace con el respeto a no pensar como el gobierno impone?
Cuando surgen estas preguntas… cuando vuelven a mostrarnos imágenes que ya se han visto… debemos preguntarnos… como fue hace 33 años atrás la vida para la mayoría, para quienes no hicieron o no pudieron hacer…
Entonces habrá que preguntarse… nosotros seremos… ¿TESTIGOS, ACTORES O COMPLICES, HOY?
Ayer fue el “Algo habrán hecho”, luego el “no te metas”, hoy parece ser reemplazada por un pesimista “ y que vas a hacer?” asociando el poder de un aparato partidario y gubernamental con una incapacidad de la sociedad de hacer valer sus derechos.
En el ámbito en que el FASP esta comprometido poco se nota de cambios en la política de recursos naturales asociada al servicio de la población desde aquellos años hasta hoy. No vemos que hoy se reviertan las estrategias de entrega promocionadas por el proceso y profundizadas en los 90, regalando lo que nos pertenece.
Contratos petroleros prorrogados con antelación, innecesaria y sospechosamente,
concesiones mineras con comprobadas consecuencias ambientales que dejan una minima parte de sus ganancias y que se usan para comprar las voluntades de comunidades sin desarrollo autónomo, que ven en estas iniciativas una forma de acceder a lo que la modernidad vende como deseable…o el uso de los recursos hídricos con futuro privatizado como el dique Los Monos o la industria petrolera extrayendo los últimos barriles con agua dulce que vuelve en dudosas calidad de salubridad atentan contra la racionalidad y el imprescindible cuidado de los bienes comunes.
La posición del FASP es clara, no es posible separar arbitrariamente lo ambiental y lo social, no es posible asumir que los derechos humanos y los derechos al uso en beneficio de nuestra gente, de los bienes comunes, agua aire y suelo sea posible considerarlos como divisibles.
Derechos humanos es un concepto que entendemos debe ser ampliado, no son solo los que se refieren a las libertades individuales o los colectivos, son derechos humanos la transparencia del manejo de los bienes comunes, son derecho humanos el respeto al disenso, son DDHH de los habitantes que un gobierno, supuestamente democrático, entienda que es infinitamente mejor preservar uno de los últimos ambientes prístinos del planeta y resigne sus intereses corporativos dando marcha atrás iniciativas que nos darán a la mayoría mas problemas que beneficios a esa minoría.
Por estas razones, por las que de ellas se desprenden, y por todas las que cada uno de nosotros consideremos válida para luchar por lo que es justo y corresponde, el FASP invita a las organizaciones y a los vecinos a sumarse en esta construcción de un ambiente que considere a todas las personas… para seguir insistiendo en que queremos ser… TESTIGOS, ACTORES O COMPLICES… HOY, A 33 AÑOS.
martes, 24 de marzo de 2009
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